Romper un matrimonio o noviazgo es difícil y a veces seguimos por inercia o por miedo a la derrota pero ¿Es realmente un fracaso amoroso? ¿O le estamos atribuyendo demasiado poder sobre nuestra vida a esta decisión?
Romper un matrimonio o noviazgo es difícil y a veces seguimos por inercia o por miedo a la derrota pero ¿Es realmente un fracaso amoroso? ¿O le estamos atribuyendo demasiado poder sobre nuestra vida a esta decisión?